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¿La casualidad? ¿la vida? ¿la belleza de un amanecer? ¿la fuerza de la realidad? ¿un golpe de la vida? ... el Amor de Dios llenó mi corazón de sed, me dió a intuir la libertad que hay en ser lo que soy ante Dios y no más. Un día, bajo el mismo sol que los otros días, comencé a preguntarme quién puede conducir el viento, dirigir el curso de las aguas, quién puede hacer crecer la hierba y quién enseña a las alondras a volar; quién puede sumar días a los días de su vida, o mover los pies de un peregrino...
Y descubrí que todo afán es vano si no lo mueve el amor.... ... y si la vida es tan corta, ¿por qué no lo intentamos? |